LA TRAMPA DEL “CON CRISTINA NO ALCANZA, PERO SIN CRISTINA NO SE PUEDE”
Por: Enrique Quique Logroño
Cristina no les sirve en cana, sino manteniendo el relato de que ella busca impunidad en cada cosa que hace para no ir en cana. Si va en cana pasaría de victimizarse a ser víctima, y sería víctima de un sistema perverso y corrupto, que no tiene empatía ni porosidad alguna para establecer una simbiosis con los intereses populares.
Cristina en cana sería la antesala de un 17 de octubre, lo midieron el 13 de abril de 2016 y el poder real y permanente lo leyó correctamente. Ese día podrían haberla detenido y creaban un nuevo Perón, cuando vieron la capacidad de respuesta, la reacción tanto articulada como espontánea, cambiaron de plan, y el plan pasó a ser aislarla y quedar como una expresión testimonial, eso lo rompió conformando Unidad Ciudadana y mostrándose competitiva electoralmente. Si no competía electoralmente en 2017, algo que muchos le aconsejaban al oído, no había forma de demostrar dónde existía dentro del amplio espectro que pandillas en que han convertido al peronismo quien tuviera un liderazgo que permitiera ordenar la conformación de un espacio opositor que confrontara con posibilidades contra el macrismo. No nos olvidemos que la mayoría de los gobernadores y dirigentes, a excepción de Alberto R. Saa, daban como perdido el turno electoral de 2019. Y con una oferta electoral con expresiones peronistas fragmentadas en varios frentes, el peronismo se licuaba y se lo alejaba temporalmente de una experiencia positiva como la del período kirchnerista, más allá de todos los errores y los reparos que podemos encontrar y hemos marcado en su desarrollo.
Entonces ahí vino la verdadera jugada maestra pergeñado por el poder real y expresada por Alberto Fernández al decir “con Cristina no alcanza, pero sin Cristina no se puede”. Eso sirvió para que ella se comiera la operación del poder y aceptara las reglas que le mostraban como salida, una construcción política en la cual ella empujara los votos necesarios pero resignando su candidatura presidencial. Se tragó el anzuelo, no compitió, y no tuvo mejor idea que ponerlo a Alberto que era el vocero de la trampa del poder real. Y así estamos ahora, con un tipo que vino a no hacer nada para modificar las condiciones preestablecidas por años y con Cristina bajo la extorsión permanente de ser la responsable de las derrotas presentes y futuras si plantea la ruptura de una coalición que no es otra cosa que la herramienta de ejecución de la trampa.
Por: Enrique Quique Logroño
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INP Difunde
EXCELENTE
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