Pero ese conocimiento racional no impide que el dolor nos inunde.
Es imposible olvidar la larguísima, heroica y dolorosa historia que hemos recorrido en común, desde que el Gordo Maza lo buscó al Gringo para pedir ayuda tras aquel tiroteo en La Calera en diciembre de 1969, cuando Carlos Ramus salió herido de bala en una mano.
Es imposible olvidar nuestro esfuerzo en común reconstruyendo la organización en Córdoba después del contragolpe sufrido tras la toma de La Calera en 1970 y la alegría compartida al alcanzar el triunfo popular del 73.
Es imposible olvidar todo lo compartido durante la dictadura del 76.
Es imposible también olvidar el doloroso disenso tras el advenimiento de una democracia proscriptiva que nos persiguió con la perversa teoría de los dos demonios.
Es imposible olvidar la gigantesca alegría al sentirme hermanados en la conmemoración y defensa de la heroica gesta de nuestra generación, homenajeando a todos los compañeros en el día del montonero de 2020.
Sabemos que la historia de los pueblos no se construye con aciertos permanentes, sino con luchas permanentes, en las que asumimos los riesgos y las consecuencias de los errores posibles, porque nadie nos enseña a construir la historia.
Nuestros padres de la Patria nos enseñaron su camino también con las derrotas de Cancha Rayada, Vilcapugio y Ayohuma, Huaqui, Barranca Yaco, y los fusilamientos de junio del '56.
Algunos creen que la historia es el pasado. Los que hemos entregado lo mejor de nuestras vidas por una gesta histórica de liberación nacional y social, sabemos que la historia la hacemos en cada presente y que la mayor parte de la historia está siempre en el futuro.
También sabemos que el futuro dura muchísimo tiempo.
Por todo eso, sabiendo que, más allá de diferencias sobre coyunturas políticas, he compartido siempre la misma vereda de la historia con nuestro querido Gringo, no me despido de él, sino que lo invito a acompañarme hasta un futuro de victorias para los valores éticos y morales de la Liberación, por los que siempre hemos luchado sin tener la ambición individual de verlos coronados en nuestra efímera vida terrenal.
Querido Gringo Pocho, Elbio Alverione, tu compañero Pepe Firmenich te dice: ¡Juntos hasta la victoria siempre!
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Al compañero Elbio Alberioni, el "Gringo", que se nos murió anoche...
Por amor a la idea aquella/
De puro corazón te hiciste cura/
Y fue la tozudez, la de tu albura/
La que te impulsó a luchar sin sufrir mella/
Gigante compañero de las sierras/
Póstumo guerrero de Facundo/
Cóndor cordobés, ganaste un mundo/
Saliste por la Patria a buscar guerra/
Anduviste en las luchas, paso a paso/
Conociste lo fabril y lo rural/
Y fuiste docto en la docta facultad/
Con tu palabra afable, inaugural/
Proclamaste ¡Revolución y libertad!/
Montonero creador, ya héroe antes del ocaso…
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NOTA: Quise arder y no pude. Ya otras y otros, más adelantados, me dejan el camino hecho de cenizas y bordeado de forjas y alumbrado de tormentas. Lucio Pedro Aberastain Ponte Lucio Pedro Aberastain Ponte - Ciudad Eva Perón 10-11-2020
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