“Las Sociedades y Corporaciones del Estado"
Fase instrumental del pensamiento estratégico para la Liberación Nacional. Las Sociedades y Corporaciones del Estado (Leyes 20.705/74 y 20.558/73) son el plexo jurídico que creó la Tendencia Revolucionaria en la década del 70 para organizar el Estado Empresario que crearan San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón. Son herramientas populares para enfrentar a las multinacionales hacia una victoria permanente de los Pueblos por sobre el capital y ocuparán en el Socialismo del Siglo XXI, un máximo lugar de importancia, tal como las sociedades anónimas lo ocupan hoy en el capitalismo. Siendo una forma de propiedad social de los medios de producción, son por definición, impenetrables al capital privado. Nacidas de un pensamiento consciente de las libertades que el capitalismo toma para él mismo, las Sociedades del Estado tienen muchos grados de libertades y un claro rol social, antagónico a la crematística capitalista. A partir de ellas y de su poder de asociatividad, son posibles las Corporaciones del Estado, capaces de actuar en bloque y por ello doblegar a las transnacionales, derrotándolas en su terreno y en su ley. Son la gran escala al servicio del Pueblo. Sumado al rol equilibrador del Estado regulador, nace un Estado Empresario sano, dinámico, participativo y justo. Comprometido socialmente con planes concretos, tangibles, pero por sobre todas las cosas potente y constante. Es el actor social que vencerá al capital en su arena central: la producción y los mercados. No son gobernabilidad liberal-keynesiana, son liberación nacional argentina.
Fase instrumental del pensamiento estratégico para la Liberación Nacional. Las Sociedades y Corporaciones del Estado (Leyes 20.705/74 y 20.558/73) son el plexo jurídico que creó la Tendencia Revolucionaria en la década del 70 para organizar el Estado Empresario que crearan San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón. Son herramientas populares para enfrentar a las multinacionales hacia una victoria permanente de los Pueblos por sobre el capital y ocuparán en el Socialismo del Siglo XXI, un máximo lugar de importancia, tal como las sociedades anónimas lo ocupan hoy en el capitalismo. Siendo una forma de propiedad social de los medios de producción, son por definición, impenetrables al capital privado. Nacidas de un pensamiento consciente de las libertades que el capitalismo toma para él mismo, las Sociedades del Estado tienen muchos grados de libertades y un claro rol social, antagónico a la crematística capitalista. A partir de ellas y de su poder de asociatividad, son posibles las Corporaciones del Estado, capaces de actuar en bloque y por ello doblegar a las transnacionales, derrotándolas en su terreno y en su ley. Son la gran escala al servicio del Pueblo. Sumado al rol equilibrador del Estado regulador, nace un Estado Empresario sano, dinámico, participativo y justo. Comprometido socialmente con planes concretos, tangibles, pero por sobre todas las cosas potente y constante. Es el actor social que vencerá al capital en su arena central: la producción y los mercados. No son gobernabilidad liberal-keynesiana, son liberación nacional argentina.
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