OPINIÓN POLÍTICA///
POR Martin Ayerbe
POR Martin Ayerbe
1 de agosto 2018
Impuesto, salario, ganancia.
El intento de privatizar el Astillero Río Santiago es el principal acontecimiento político de la Vidal, Techint y la embajada yankee. Él enemigo/a/x/@... principal que ARS, ATE Ensenada, la CTA, el FPV, etc. jamás admitieron.
El Servicio de Informaciones Navales de la Armada, la CGT, el PRO, la UCR, el PJ, Clarín, La Nación, etc. Trabajaron para ello. EL ENSENADAZO, debe ser nuestra respuesta… se juega fuerte compañeros.
Abbey Sea y Abadía del Mar son una misma empresa de Cazoux, un buche de la Escuela de las Américas de Panamá. Socio del Caballo Suarez, SOMU, de la International Transport Federation Londres. Es la Mafia de la CGT Moyano, enemigo de ATE-CTA.
Cuando ganamos contra la privatización en los ’90 fue porque hubo la suficiente inteligencia y coherencia histórica para despegarse del camionero privatista a tiempo. Los que se encuadraron con él YPF, ENTEL, Ferrocarriles, ELMA, Vías Navegables, SOMU, SAON, Correo, SEGBA, perdieron todos. Solo ATE pudo aguantar y ganar. Recordando quienes fuimos, sabremos quiénes seremos mañana.
El Servicio de Informaciones Navales de la Armada, la CGT, el PRO, la UCR, el PJ, Clarín, La Nación, etc. Trabajaron para ello. EL ENSENADAZO, debe ser nuestra respuesta… se juega fuerte compañeros.
Abbey Sea y Abadía del Mar son una misma empresa de Cazoux, un buche de la Escuela de las Américas de Panamá. Socio del Caballo Suarez, SOMU, de la International Transport Federation Londres. Es la Mafia de la CGT Moyano, enemigo de ATE-CTA.
Cuando ganamos contra la privatización en los ’90 fue porque hubo la suficiente inteligencia y coherencia histórica para despegarse del camionero privatista a tiempo. Los que se encuadraron con él YPF, ENTEL, Ferrocarriles, ELMA, Vías Navegables, SOMU, SAON, Correo, SEGBA, perdieron todos. Solo ATE pudo aguantar y ganar. Recordando quienes fuimos, sabremos quiénes seremos mañana.
Mientras esto ocurre, el sistema está destruyendo la administración keynesiana precedente mediante el simple artificio de saturar al público hablando todo el tiempo de ellos mismo y olvidando sistemáticamente los problemas del Pueblo.
Esto es el uso doblemente inverso, es decir, al revés y a favor del sistema de “hablar mucho de las cosas, poco de los demás y nada de nosotros mismos”. Porque, con la ofensiva judicial y mediática, los keynesianos están a la defensiva, hablando de sí mismos en defensa propia, hablando de los demás en contraataque, y ya sin tiempo para decir algo de las cosas. La distancia que hay entre el desfile de abogados, periodistas, polprofs, empresarios, negocios turbios, el universo de los pudientes, y la vida cotidiana de la gente de a pie, Es Enorme.
Acorralados, los keynesianos olvidan su naturaleza negociadora y pretenden asumir un rol combativo para el que no les da el piné. Desconcertado por su propia voluntad política, el Pueblo le exige combatividad también a las burocracias sindicales que viene sosteniendo desde hace décadas, ya que ahí, en el gremio como en la empresa privada, los cargos pueden ser vitalicios.
Abandonada a los buitres, la Patria que nadie amó lo suficiente, implora por héroes que la defiendan. Contra las mineras al pie de la cordillera, contra las petroleras privadas y extranjeras en la Patagonia, contra los terratenientes de acuíferos en el litoral, contra las pesqueras en el mar, contra la soja en la pampa, en toda la Patria, implora.
Pero no hay caso, pocos acuden a ese clamor. Porque Pueblo y Patria se traicionaron así mismos. En la Argentina no hubo golpe blando, hubo elecciones. Y con un mismo plan: acordar con la embajada.
Si hasta CFK, ya saliente, en su discurso de despedida, le reprocha a la embajada, públicamente y en cadena nacional, que con los gobiernos keynesianos Estados Unidos tuvo superávit comercial, mientras que con los liberales tuvo déficit. Un reclamo interpares ante una ingratitud capitalista manifiesta.
Esto es el uso doblemente inverso, es decir, al revés y a favor del sistema de “hablar mucho de las cosas, poco de los demás y nada de nosotros mismos”. Porque, con la ofensiva judicial y mediática, los keynesianos están a la defensiva, hablando de sí mismos en defensa propia, hablando de los demás en contraataque, y ya sin tiempo para decir algo de las cosas. La distancia que hay entre el desfile de abogados, periodistas, polprofs, empresarios, negocios turbios, el universo de los pudientes, y la vida cotidiana de la gente de a pie, Es Enorme.
Acorralados, los keynesianos olvidan su naturaleza negociadora y pretenden asumir un rol combativo para el que no les da el piné. Desconcertado por su propia voluntad política, el Pueblo le exige combatividad también a las burocracias sindicales que viene sosteniendo desde hace décadas, ya que ahí, en el gremio como en la empresa privada, los cargos pueden ser vitalicios.
Abandonada a los buitres, la Patria que nadie amó lo suficiente, implora por héroes que la defiendan. Contra las mineras al pie de la cordillera, contra las petroleras privadas y extranjeras en la Patagonia, contra los terratenientes de acuíferos en el litoral, contra las pesqueras en el mar, contra la soja en la pampa, en toda la Patria, implora.
Pero no hay caso, pocos acuden a ese clamor. Porque Pueblo y Patria se traicionaron así mismos. En la Argentina no hubo golpe blando, hubo elecciones. Y con un mismo plan: acordar con la embajada.
Si hasta CFK, ya saliente, en su discurso de despedida, le reprocha a la embajada, públicamente y en cadena nacional, que con los gobiernos keynesianos Estados Unidos tuvo superávit comercial, mientras que con los liberales tuvo déficit. Un reclamo interpares ante una ingratitud capitalista manifiesta.
Donde aparece la Plusvalía, ahí hay que poner la lupa y hacer cuentas. La discusión es siempre sobre impuestos y salarios, nunca por la ganancia.
Así el Estado es la primera víctima, porque su tercio de impuestos, no lo defienden ni empresarios ni trabajadores. Y el trabajador la segunda víctima, que se defiende solo sin compañía solidaria alguna, ni cobijo contra el ataque del sistema. Tercera y victimaria, no víctima esta la plusvalía: secreta, invisible, naturalizada, impune, conspirativa, lucrando con la desgracia ajena.
No va a faltar algún tarambana que dirá: …estos primero cuestionan la ganancia del patrón, después me van a pedir que trabaje gratis… Su espíritu conservador carece de imaginación y cree que la justicia es posible dentro del sistema, que su situación es un accidente y no una norma, que lo grande no puede cambiar.
El software ganador argentino existe en San Martin, Rosas, Yrigoyen, Perón. A la gobernabilidad, el sistema le gana siempre, porque es interior a él. Con la liberación no puede, a veces gana y muchas otras pierde. Porque la liberación no se deja convencer que resignarse a él es lo único posible. No es liberal, tampoco keynesiana.
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Lucio Pedro Aberastain Ponte Bancas Bancadas INP DBN
Así el Estado es la primera víctima, porque su tercio de impuestos, no lo defienden ni empresarios ni trabajadores. Y el trabajador la segunda víctima, que se defiende solo sin compañía solidaria alguna, ni cobijo contra el ataque del sistema. Tercera y victimaria, no víctima esta la plusvalía: secreta, invisible, naturalizada, impune, conspirativa, lucrando con la desgracia ajena.
No va a faltar algún tarambana que dirá: …estos primero cuestionan la ganancia del patrón, después me van a pedir que trabaje gratis… Su espíritu conservador carece de imaginación y cree que la justicia es posible dentro del sistema, que su situación es un accidente y no una norma, que lo grande no puede cambiar.
El software ganador argentino existe en San Martin, Rosas, Yrigoyen, Perón. A la gobernabilidad, el sistema le gana siempre, porque es interior a él. Con la liberación no puede, a veces gana y muchas otras pierde. Porque la liberación no se deja convencer que resignarse a él es lo único posible. No es liberal, tampoco keynesiana.
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Lucio Pedro Aberastain Ponte Bancas Bancadas INP DBN
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