COMO GATO ENTRE LA LEÑA - Un relato de Lucio Pedro Aberastain Ponte
Una de las últimas jornadas de fuertes vientos -no fue hace tantos días atrás-, pude ver una bolsa de rediduos gigante, de esas de consorcio, que iba impulsada por las ráfagas, a ras del suelo... en la vereda de enfrente como de costado, caminaba la gata barcina, como haciéndole fuerza al ventarrón pulsudo.
En una de esas, zás... -sí, zás he dicho- no va que la gata queda entrampada, como tragada por la boca gigantezca y negra de la bolsa, adentro de la bolsa...
Se ve que se hizo un ovillo en el interior del imprevisto calabozo y la gata empezó a gemir, maullar, bufar -yo creo que puteaba en su idioma felino-; y sí: era un torbellino bolsa adentro... cruucé con intención de destrabarle un poco el tema, pero cuendo llegué las filosas unas de la barcina ya desgarraban el plástico y en eso asomó la cabecita y miró con mucha expresión en los ojos y me vió a mí -creo- y salió más que presta de la ya tajeada mortaja negra, bolsa, prisión... eso...
Se me da por pensar que ciertos vaivenes de la política deben ser como el viento fuerte que arrastra todo a su paso... que no falta el improvisado, el desavisado, el de las malas intenciones que planificando cuestiones nefastas larga a andar por empuje de esos vaivenes bolsas negras enormes que atrapan -gatas???- a las personas más destprotegidas del Pueblo -les desfavorecides de siempre-; ¿y qué hacer, entonces ante tamaña realidad?
Barrunto que hay que obrar como la gata barcina, Imagino un Pueblo barcino, que no aguanta ni tolera ni se permite que lo pongan en brete, apuro, cárcel o problema, sin dar la batalla que presentan, inexorablemente, los gatos y las gatas cuando les toca estar entre la leña".
Nota: La Libertad no es lo que dicen los conservadores nazi-fascistas. La Libertad es la que nos ganemos a fuerza del coraje que nos enseñaron las montoneras de antaño, las mesnadas federales, las milicias del Pueblo!!!
Una de las últimas jornadas de fuertes vientos -no fue hace tantos días atrás-, pude ver una bolsa de rediduos gigante, de esas de consorcio, que iba impulsada por las ráfagas, a ras del suelo... en la vereda de enfrente como de costado, caminaba la gata barcina, como haciéndole fuerza al ventarrón pulsudo.
En una de esas, zás... -sí, zás he dicho- no va que la gata queda entrampada, como tragada por la boca gigantezca y negra de la bolsa, adentro de la bolsa...
Se ve que se hizo un ovillo en el interior del imprevisto calabozo y la gata empezó a gemir, maullar, bufar -yo creo que puteaba en su idioma felino-; y sí: era un torbellino bolsa adentro... cruucé con intención de destrabarle un poco el tema, pero cuendo llegué las filosas unas de la barcina ya desgarraban el plástico y en eso asomó la cabecita y miró con mucha expresión en los ojos y me vió a mí -creo- y salió más que presta de la ya tajeada mortaja negra, bolsa, prisión... eso...
Se me da por pensar que ciertos vaivenes de la política deben ser como el viento fuerte que arrastra todo a su paso... que no falta el improvisado, el desavisado, el de las malas intenciones que planificando cuestiones nefastas larga a andar por empuje de esos vaivenes bolsas negras enormes que atrapan -gatas???- a las personas más destprotegidas del Pueblo -les desfavorecides de siempre-; ¿y qué hacer, entonces ante tamaña realidad?
Barrunto que hay que obrar como la gata barcina, Imagino un Pueblo barcino, que no aguanta ni tolera ni se permite que lo pongan en brete, apuro, cárcel o problema, sin dar la batalla que presentan, inexorablemente, los gatos y las gatas cuando les toca estar entre la leña".
Nota: La Libertad no es lo que dicen los conservadores nazi-fascistas. La Libertad es la que nos ganemos a fuerza del coraje que nos enseñaron las montoneras de antaño, las mesnadas federales, las milicias del Pueblo!!!
Comentarios
Publicar un comentario